Estamos hechos de polvo de estrellas

Me despido de Alex y Enzo con lágrimas en los ojos, con la sonrisa en la cara, con los sentimientos recorriéndome la piel, estremeciéndome. Con la certeza de que son inspiradores, con la seguridad de que ya son una parte muy importante de mí.

Esta historia ha sido todo un descubrimiento, ha sido conocer, aprender, rectificar, madurar, cambiar. Ha sido reír, llorar, cantar. Ha sido sentir odio, tristeza, esperanza, ilusión, amor. Han sido abrazos, besos, discusiones, dolor, mentiras y recuerdos. Recuerdos que siempre pertenecen al pasado pero que determinan el futuro. Recuerdos que hacen que todo tenga sentido. Recuerdos que acechan el presente. Recuerdos que ya sean buenos o malos son imborrables.

Es una historia brillante.
Mágica. 
Sexy.
Real.
Especial.
Esta historia han sido sonrisas involuntarias, sonrisas tristes, sonrisas que conquistan... han sido lágrimas en más de una ocasión, la piel de gallina y mucho amor.
Lo he leído en un suspiro, es absolutamente necesario, es absorbente, adictivo.
Es dulzura, amor, pasado, presente, miedos, sueños, odio, rabia, sacrificios, esperanzas…
Es estrellas.
Es sueños rotos y otros por cumplir. Es perdonar, avanzar y no mirar atrás.
Es Alex y Enzo en estado puro. 
Son ellos, siempre.

Hechos de polvo de estrellas.
Valien.

Autora: Saray García.
Auto publicación.

Sinopsis: En ocasiones, hasta la más dulce de las sonrisas esconde heridas que no han logrado sanar.

Alex intenta construir una nueva vida dejando atrás un pasado al que le duele regresar. Mientras huye de una parte de él, elevando muros a su alrededor para protegerse de repetir viejos errores, se aferra a la otra como el salvavidas que fue por años.
No tardará en comprender que, a veces, la única razón por la que levantamos barreras es para esperar que alguien tenga el valor de derribarlas, de empujarnos a confiar, haciendo que los miedos y las inseguridades acaben cayendo con ellas.
Pero cuando todo parece por fin encajar, los fantasmas que creía enterrados reaparecerán poniendo en peligro todo lo que siempre deseó y haciendo más reales que nunca cada una de sus cicatrices.