Abrumador.
Especial.
Necesario.
Real.
Sincero.
Emocionante.
Conmovedor.
Original.
Esperanzador.
Grandioso.
Único.
Impresionante.
Apasionante.
Inigualable.
Imprescindible.
Absorbente.
Y podría seguir, pero aun así
nunca encontraría las palabras para describir este libro, esta historia.
Es de esas historias que no puedes parar de leer, de las que pasas una página tras otra y cuando te quieres dar cuenta has llegado al final del libro. Es una historia que se lee con muchísima facilidad, no es nada cargante, ni aburrida. Es de esas historias que te tienen hechizada, maravillada y completamente absorta desde el principio hasta el final.
Es de esas historias que no puedes parar de leer, de las que pasas una página tras otra y cuando te quieres dar cuenta has llegado al final del libro. Es una historia que se lee con muchísima facilidad, no es nada cargante, ni aburrida. Es de esas historias que te tienen hechizada, maravillada y completamente absorta desde el principio hasta el final.
Es una historia que te cambia
la vida. Con las que sin darte cuenta abres tu corazón de par en par y acabas
completamente enamorada. Es una lección de vida, que te obliga abrir la mente y
a dejarte llevar.
Es inspiradora, fascinante creo
que nunca he empatizado tanto con un libro, con unos personajes. Me siento
noqueada. Sé que nunca voy a olvidar a August, ni a Jack ni a ninguno de los
personajes porque todos y cada uno de ellos se ha llevado una parte de mí. Sin
duda SIEMPRE voy a recomendar este libro, es…
Todos deberíamos, ver, leer,
conocer… esa lección que nos da August. Todos a nuestra manera nos hemos
sentido como él y hemos sido él.
Todos somos August.
Valien.
Autor/a: R. J. Palacios
Editorial: Nube de Tinta
Sinopsis: <<Todos deberíamos recibir una ovación al menos una
vez en nuestra vida, porque todos vencemos al mundo>> Auggie.
Su cara lo hace distinto y el solo quiere ser uno más. Camina
siempre mirando al suelo, la cabeza gacha y el flequillo tratando en vano de
esconder su rostro, pero, aun así, es objeto de miradas furtivas, susurros
ahogados y codazos de hombros. August sale poco, su vida transcurre entre las
acogedoras paredes de su casa, entre la compañía de su familia, su perra Daisy
y las increíbles historias de La guerra de las
galaxias.
Este año todo va a cambiar, porque este año va a ir, por primera
vez, a la escuela. Allí aprenderá la lección más importante de su
vida, la que no se enseña en las aulas ni en los libros de texto: crecer en la
adversidad, aceptarse tal como es, sonreír a los días grises y saber que, al
final, siempre encontrara una mano amiga.
Comentarios
Publicar un comentario