Ha sido…
Arrasador.
Abrumador.
Tierno.
Triste.
Esperanzador.
Sentimental.
Apasionado.
Enamoradizo.
Mi corazón se ha roto en
millones de fragmentos.
Es tan bonito, tan dulce…
Me ha sacado sonrisas
involuntarias.
Son tantos detalles, esos
detalles que hacen que la historia sea tan especial.
Y todo el libro con el corazón
encogido.
Con la certeza de que de un
momento a otro me iba a desmoronar del todo.
Con la certeza de que Alexandra
Roma ha robado cada trozo de mi corazón y a acariciado cada parte de mí.
Con la piel de gallina.
Con los sentimientos a flor de
piel.
Con las pulsaciones a mil por
hora.
Con el aprendizaje que nos
muestra esa parte de la vida dura y real.
Que la vida es golpe tras
golpe, que hay que ser feliz lo máximo posible, disfrutar sin límites y vivir.
Vivir como si no hubiera un mañana pero con la certeza de que si el mundo
desapareciera no habremos desaprovechado nuestra vida. Me ha enseñado que existen
los finales felices pero quizás no son como los hemos idealizado.
Alexandra Roma tiene una
esencia que hace que sus historias sean tan especiales e inigualables. Esa
esencia que hace que te lleguen y formen parte de ti.
Estoy enamorada de sus palabras,
de su estilo, enamorada de esa intimidad que transmite cuando la lees.
Enamorada de ella y cada uno de sus personajes que me (nos) ha regalado.
Me he roto, reconstruido,
enamorado y sentido de mil maneras diferentes.
Ojala el viento nunca me robe
la sonrisa.
Valien.
Autora: Alexandra Roma
Editorial: Plataforma neo
Sinopsis: «¿De qué sirve que dos
almas torturadas se encuentren si no es para apoyarse?»
¿Qué pasa con la reina del baile cuando termina el instituto?
April lo tenía todo: el chico de sus sueños, una beca para una
prestigiosa universidad y un prometedor futuro en Nueva York. Pero a veces la
vida golpea y zarandea, y solo hicieron falta dos faros cegadores y un hombre
desesperado para que le arrebataran su soñado final de cuentos de hadas.
Su presente está en ruinas. April se aferra a los recuerdos y a un
futuro incierto. Sin embargo, justo cuando menos se lo espera, regresa un
fantasma del pasado. Alguien que se ha roto y recompuesto tantas veces que puede
tener la fórmula para que ella también lo logre.
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