Prohibido creer en historias de amor

Leer es sentir como ya dije en una ocasión. Y este libro no solo me ha hecho sentir  alegría, tristeza, desesperación, preocupación, curiosidad, ternura, valentía, amor, miedo… si no que me ha hecho sentir mariposas en el estómago.
Este libro nos enseña que el mundo y la vida son caprichosos, que a veces las cosas no son como queremos. Que nunca hay que dar nada por perdido y que a veces inconscientemente si creemos y luchamos por algo se acaba cumpliendo. He aprendido que existen las segundas oportunidades, las terceras y las cuartas. Que no hay que dar nada por prohibido. Que a veces tenemos que detenernos, enfrentarnos a nuestro mundo y no dejarnos llevar, hacer frente a las situaciones y encontrarnos a nosotros mismos.
Es un libro especial.
Original.
Innovador.
Esperanzador.
Sentimental.
Extraordinario.
Fascinante.
Conmovedor.
La magia de la historia te envuelve desde la primera hasta la última página.
Me ha enseñado que no está mal confiar. Que confiar significa creer y en eso consiste la vida, en confiar para que alguien nos defraude, en creer para decepcionarnos y querer para que nos quieran.

Este libro me ha hecho abrir mi corazón y se lo ha ido ganando poco a poco, página tras página, personaje tras personaje, hasta conquistarlo por completo.
“Prohibido creer en historias de amor” es cautivador, sensacional, divertido. Es una novela que te devuelve las gana de creer, en el amor, en el destino, en la familia… te devuelve las ganas de creer en todo y en todos. Es una novela que no  te arrepentirás de tener en tu estantería.
Yo creo en las historias de amor.
Valien.


Autor: Javier Ruescas
Editorial: Ellas de Montena
Sinopsis: Cuando tienes 17 años y toda tu vida pasa en YouTube, llega un momento en el que ya no sabes quién eres. Eso es precisamente lo que le sucede a Cali: su familia tiene un canal con dos millones de seguidores y su novio es el youtuber más conocido del momento.
Por su parte, Héctor vive en una residencia de menores y lucha por averiguar de dónde proviene. Pero el único recuerdo que conserva de su pasado es una cinta de casete con una canción que toca siempre en el metro con la esperanza de que algún día alguien la escuche y la reconozca.
Y ahí es donde se cruzan sus miradas.

Las vidas de ambos quedarán entrelazadas para siempre cuando descubran el origen de la canción, el póster de una película olvidada y un cine abandonado lleno de secretos... Todo sin romper la única norma que Héctor sigue a rajatabla: está prohibido creer en el amor.

Comentarios